Increíble! Ana Bela y Duarte son súper encantadores y te hacen sentir como en casa. Las vistas al océano son alucinantes y la tranquilidad es absoluta. Las instalaciones son impresionantes y los desayunos con fruta fresca diferente cada día son una delicia. Además, los aguacates de la finca son un lujo de sabor. El propietario es súper amable y nos ayudó cada día a elegir las mejores rutas y nos dio consejos geniales. El apartamento es amplio, funcional y está decorado con mucho gusto. La ubicación del hotel es excelente, con vistas maravillosas. El desayuno es estupendo, con productos locales deliciosos, y los anfitriones son maravillosos. Ana Bela es detallista, risueña y cariñosa, siempre atenta a nuestras necesidades, y Duarte es amable y tranquilo, con sus magníficas recomendaciones diarias de rutas y lugares de interés. ¡Siempre recordaremos este viaje a Madeira con mucho cariño! Muchas gracias a ambos por todo. ¡Volveremos seguro!

La habitación es enorme, tiene una cama super cómoda y una vista maravillosa. Hay un televisor de pantalla plana, una zona de estar, una plancha y tabla de planchar - muy útil. Una piscina muy bonita y un lugar bueno no muy lejos de del mar, de un restaurante y del océano. La atmósfera del hotel es especial.

Siempre vuelvo a este hotel. La primera vez me ayudaron a imprimir documentos importantes. Es ideal para mí, tiene todo lo que necesito: Wi-Fi, aparcamiento con valet, guardaequipaje, recepción 24 horas. Volveré pronto.

La suite era muy espaciosa con un balcón y con un sofá cama. Ubicación: el hotel estaba cerca de buenos restaurantes y de todos los lugares de interés y del mar.

Estaba súper bien ubicado, cerca de todo lo que queríamos hacer. Fuimos a hacer senderismo en la montaña y a hacer actividades acuáticas en el mar, ¡fue una pasada! Además, teníamos wifi gratis en todo el hotel y pudimos organizar nuestras excursiones gracias al servicio de información turística. Y lo mejor de todo es que éramos un grupo de amigos y nos dejaron hospedarnos todos juntos sin problema.

Bueno, si tuviéramos que poner alguna pega, nos hubiera gustado tener un bar en la piscina donde poder tomar algo fresquito y disfrutar del ambiente. Es que éramos un grupo de jóvenes y nos habría gustado tener un poco más de diversión en el propio hotel.

Tienen un parking gratis en la propiedad Personal bastante amigable y bueno, habitación fantástica con un enorme cuarto de baño, un sofá cama y además un balcón. Desayuno con una excelente vista. Ubicación muy cerca de buenos restaurantes.

Increíble! Nos quedamos encantados con este hotel. La ubicación era perfecta, alejada del bullicio de la ciudad pero a solo unos minutos de distancia. Las vistas desde el hotel eran simplemente impresionantes, podíamos ver la ciudad y las montañas desde la piscina. Hablando de la piscina, estaba abierta todo el día y nos ofreció un lugar perfecto para relajarnos. Además, el personal era inigualable, Ana y Duarte fueron extremadamente amables y atentos, hicieron que nuestra estancia fuera realmente memorable. La cama era muy cómoda y la ducha era fenomenal, con una presión perfecta. El desayuno era también perfecto, con opciones frescas y variadas. ¡No faltaba nada! En resumen, un lugar precioso con un personal encantador y vistas impresionantes. ¡Sin duda volveremos!

Pasamos un tiempo genial. Habitaciones muy espaciosas con una mesa de trabajo, un sofá cama y un hervidor eléctrico, y camas super cómodas. Un servicio excelente en todo momento. Una ubicación buena junto al mar, con restaurantes agradables en la zona.

El hotel era perfecto para una estancia tranquila, con vistas hermosas y personal atento. La cama y la ducha eran fenomenales y el desayuno muy completo. Ana y Duarte fueron encantadores y hicieron todo lo posible para que nuestra estancia fuera inmejorable.

Nada que decir.

El hotel es encantador, con una ubicación perfecta cerca de la capital de Madeira. Las vistas desde la piscina son geniales y el personal, especialmente Ana y Duarte, son muy amables y atentos. Destaco la comodidad de la cama y la increíble ducha.

Por supuesto que recomiendo este hotel.

Nos encantó el desayuno variado y natural, el trato amable y atento del personal, la ubicación tranquila y las vistas espectaculares. La piscina y el bar de honestidad fueron detalles excelentes.

Nada, todo genial.

Me alojé en un lugar al lado del océano en Madeira, que estaba cerca de restaurantes y tenía unas vistas espectaculares al mar. La habitación era cómoda y el baño estaba limpio. El servicio fue muy amable y atento, y el desayuno era fresco y variado. Además, pude disfrutar de la piscina y de las instalaciones del hotel.

Limpieza impecable y vistas junto al mar. Personal encantador que te hace sentir como en casa.- Desayunos espectaculares con fruta fresca diferente cada día.- ¡La ducha es fenomenal!- Ubicación perfecta para disfrutar de un ambiente más tranquilo.

Os recomiendo este fantástico lugar.